Cerro Monserrate en Bogotá, Colombia: 3131 metros más cerca de las estrellas.

El cerro de Monserrate es legendario de Bogotá. Pertenece a los cerros orientales y de cualquier punto de la ciudad, uno no tiene más que levantar la vista para poder observarlo. Desde allí custodia la ciudad en silencio.

Cerro Monserrate Bogota

En la cima del cerro, se erige un Templo, la Basílica del Santuario al Señor Caído, visitado con fe y devoción durante todo el año. La Imagen sagrada, de Jesucristo caído y agonizante, despierta en quienes lo visitan un sentido profundo de compasión hacia el sufrimiento, que conmueve y motiva a solidarizarnos con el dolor humano.

Hay un lugar dedicado especialmente a la Virgen de Monserrate, advocación de la Virgen Morena, que se venera en España y una réplica fue llevada desde allí.

El cerro está rodeado de una belleza natural y arquitectónica sin igual. Para poder ascender es necesario utilizar el teleférico o el tren funicular aunque no podemos desconocer la posibilidad de ascender a pie por el único camino empedrado que subsiste aún. Son muchos los visitantes y “peregrinos” que deciden subirlo a pie. Se tarda alrededor de 1 hora.

Desde allí se puede ver toda la ciudad de Bogotá con sus magníficos edificios y construcciones. A tantos metros de altura, suele faltar el aire, por eso es recomendable caminar despacio, aún incluso desde la bajada del teleférico al templo. Arriba hay dispuesto personal de primeros auxilios. Fuera de esta recomendación el paisaje es hermoso y el clima espiritual muy lindo, un silencio profundo, que para quienes escuchan bien, habla.

Teleferico Bogota

Existen además dos restaurantes típicos, con muy ricos menús y gran variedad: San Isidro y Santa Clara, dos opciones para diferentes gustos, con comida nacional e internacional.

Desde hace ya cuatro siglos los colombianos optan por peregrinar hacia la cima del cerro, donde venerar y aprecian las imágenes del Señor Caído y la Virgen Negra.

Según cuenta la leyenda, la imagen del Cristo Caído llegó a este santuario supuestamente por error pero una vez allí nada la pudo quitar; varias veces intentaron bajarla y se volvía tan pesada que era imposible hacerlo. Lo contrario ocurría cuando la subían ya que se volvía increíblemente liviana.

Monserrate

¿Para disfrutar y detenerse a meditar unos minutos?