La ciudad de La Habana no sólo es la capital de Cuba, es la “perla del Caribe”, una de las ciudades más importantes del Nuevo Mundo que vivió sus años de esplendor durante la Época Colonial y en la que se mezclan las culturas Africana, Europea y de las Antillas. Hoy en día, es uno de los lugares más visitados del mundo.

Aunque el sistema de gobierno de la isla no es muy favorable, por otra parte, es lo que ha hecho que La Habana y toda la isla conserven su auténtico encanto caribeño, y es esa magia cubana lo que te envuelve y te atrapa cuando visitas este maravilloso lugar. En mi opinión, todo ello ha impedido que Cuba se convierta en un Resort más del Caribe, evitando que pierda su propiedad identidad.

Es un destino ideal para los que quieran disfrutar tanto de una playa en el Caribe, como de la visita de una ciudad cultural, callejando libremente, sin los límites que establecen los Resorts que existen en México, la República Dominicana o Jamaica.

Aquí el viajero se sentirá seguro, acogido y mimado por el pueblo cubano. En seguida os daréis cuenta de que la policía estará vigilante de que los turistas pueden disfrutar tranquilamente de su estancia en la isla, evitando que los jineteros/as (personas que buscan un provecho) se acerquen a los visitantes, aunque esta vigilancia esconde, en parte, el objetivo de que los cubanos no entablen relación con los de “fuera” y no reciban demasiada información del “exterior”. De hecho, en la aduana de llegada te retirarán cualquier revista o periódico extranjero. Afortunadamente, estas barreras cada día se abren más para el pueblo cubano que, poco a poco, va teniendo acceso al mundo mediante la Tv e Internet.

Según poséis un pie en La Habana, para un europeo la sensación es de haber retrocedido 50 años en el tiempo. Sus imponentes edificios de arquitectura colonial desconchados, antiguos coches o “carros” americanos y, en cualquier rincón de la ciudad, un grupo animado bailando salsa, te transportan a otra época, a otro mundo.

Rincones que no podéis dejar de visitar en La Habana:

La Habana vieja, es el corazón de la ciudad. Fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1982. En ella pasearéis por sus calles estrechas, llenas de vida. Os encontraréis los típicos vendedores de Habanos o del periódico nacional Gramma.

La Plaza de Armas es la más antigua de la ciudad y un lugar para respirar el ambiente habanero, próximo hay un mercadillo artesanal.

Visitar la plaza de la Catedral, la cual tiene un gran valor histórico y donde seguro os encontraréis con mujeres vestidas de habaneras dispuestas hacerse una foto contigo a cambio de una propina, o niñas que celebran su 15 cumpleaños, edad de presentación en sociedad. El gobierno les regala una gran tarta; seguro que véis alguna.

Las coloridas casas del Vedado, representación de la belleza colonial. El gobierno español estuvo durante años enviando ayudas económicas para la restauración del tesoro arquitéctonico de Cuba.

El Malecón, sin duda, es el lugar más conocido de La Habana, es un paseo costero de 7 Km de largo con una animada vida, tanto de día como de noche. De noche, podréis pasear los 7 Km antes sin que un cubana/o se os acerque, ya que,cada dos pasos hay una pareja de policías vigilantes de que los turistas “no sean molestados”.

La Rampa es una calle que desciende hasta el Malecón, situada en la zona más moderna de La Habana y llena de restaurantes.

El Hotel Nacional es el hotel más famoso y prestigioso de La Habana.

El Capitolio, hecho a semejanza del de Washintong.

El Castillo del Morro antigua fortificación contra los ataques piratas, desde donde se avisaba con un disparo de artillería la hora de cierre de las nueve puertas del recinto. Ésta, es una tradición que ha llegado hasta nuestros días, los habaneros la denominan con orgullo “el cañonazo de las nueve” y que muchos usan para poner sus relojes en hora. Todos los días a las nueve de la noche y bajo la atenta mirada de los turistas, unos guardias vestidos con uniformes de la época disparan el cañón.

 

Casa de José Martí, héroe nacional de la Guerra de la Independencia cubana.

Plaza de la Revolución, emplazamiento en el que han tenido lugar los momentos más importantes de la historia cubana y su Revolución. Desde aquí se realizan los discursos políticos, con la mítica imagen de Ernesto Guevara sobre el edificio del Ministerio del Interior al fondo, y la cual es reproducida en carteles por toda la isla con los lemas de la Revolución.

Visitar el Barrio Chino

Cosas que no podéis dejar de hacer en Cuba:

En el barrio del Vedado, es imprescindible que os toméis un helado en la concurrida heladeria Coppelia. Tomarse un helado aquí es la actividad familiar de los domingos. No os asustéis cuando veáis la cola, los turistas no tienen que esperar, en cambio, pagan en pesos convertibles, lo que significa que el turista paga diez veces más por el helado que lo que paga un lugareño. No podréis elegir el sabor del helado, será el que toque ese día, los más habituales, el de fresa o chocolate. Otra opción es el helado acompañado con un trozo de bizcocho.

Comer en un paladar. Se llaman paladares a los “restaurantes” ubicados en casas familiares y donde podréis degustar la auténtica comida cubana. El paladar del “centro canario”, cerca del edificio Bacardí, es magnífico. El edificio y sus escaleras son el reflejo de la época dorada de Cuba, y en el comedor situado en el primer piso, limpio y acondicionado con ventiladores, podréis degustar unos buenos camarones y/o una ríquisima langosta cubana a la plancha.

Tomar un mojito en La Bodeguita del Medio, es la más famosa por ser frecuentada por personajes célebres, entre ellos, Ernest Hemingway. Te llamarán la atención sus paredes llenas de autógrafos.

 

Parar en una guarapera para tomarse un “guarapo”. Es el jugo que se extrae de la caña de azúcar y se toma mejor en frío con hielo. Según los cubanos, es lo que hace que tanto los hombres como las mujeres cubanas sea tan fogosos.

Disfrutar de una noche de salsa en el mejor cabaret del mundo, el Tropicana.

 

Hacer un recorrido por la ciudad en Cocotaxi (moto con cubierta redonda y amarilla), bicitaxi o algo más romántico como un paseo en coche de caballos por el Malecón.

Visitas alrededor de La Habana

Pinar del Río, para ver las plantaciones de la hoja del tabaco y las fábricas artesanales de Habanos.

Excursión de un día a Cayo Largo visitando las iguanas y las playas paradisiacas del mar Caribe. Excursiones a los Cayos también se organizan, por ejemplo, desde Varadero. Consulta en tu hotel.

Detalles a tener en cuenta:

En la isla conviven dos monedas oficiales: el peso cubano, la moneda del pueblo,y el peso convertible, la moneda del turista, equiparable al dólar estadounidense pero con un gravamen del 8% (esta moneda fue creada como repulsa a la moneda americana). Un peso convertible se cambia aprox. a 24 pesos cubanos, por eso, esta moneda no es accesible para el pueblo, excepto para aquéllos que trabajan en turismo. Existen tiendas ( para el pueblo) en las que sólo se puede pagar en pesos cubanos, en cambio en otras, más dirigidas a los turistas, se puede pagar en pesos convertibles.

 

Es aconsejable llevar euros u otra moneda que no sea dólar americano, para evitar el gravamen de cambiar desde esta moneda al peso convertible.

Compartir es una máxima del pueblo cubano, el cual es muy agradecido con cualquier cosa que el turista le pueda facilitar. El material escolar (bolis, colores, etc) y los cosméticos son muy apreciados.

Si lleváis alguna medicina como analagésicos o antidiarreicos, que no necesitéis para vuestro regreso será de mucha ayuda dejarlos en el país.