Es la segunda ciudad suiza después de Zurich, pero en mi opinión, la primera como destino turístico. Es una ciudad muy acogedora que invita a pasear, y su situación geográfica a orillas del lago Lemán y dividida por el efluente del Ródano, le da esa sensación de zona costera.

   Ginebra es la capital del cantón que lleva su mismo nombre, y está casi completamente rodeada de territorio francés, por eso, ha adoptado esta lengua como oficial.

   El símbolo más característico de Ginebra es el famoso "Jet d’eau" o "Surtidor de Agua", pero Ginebra es además, ciudad del protestantismo, capital mundial de la relojería, sede de numerosas organizaciones internacionales y, ciudad jardín y cultural.

   Es una ciudad que se puede recorrer a pie, y sin duda es lo más aconsejable para poder disfrutar de sus calles, de su ambiente. Con una buena planificación se puede establecer un itinerario y verla en 2-3 días.

   Para vuestra orientación, la ciudad tiene 2 núcleos urbanos:

• uno en la orilla derecha de la rada, donde se encuentra la estación central de Cornavin con su bulliciosa plaza del mismo nombre. Es la parte más moderna de la ciudad, donde se ubican la mayoría de los hoteles y alojamientos. Aquí podremos encontrar muchos comercios, outlets y lugares donde comer a buen precio. El subterráneo de la estación es un espacio comercial con todo tipo de artículos de regalo, zapaterías, ropa, chocolaterías, etc., bastante económicos en comparación con el centro de la ciudad.
• el otro en la orilla izquierda, donde está el casco antiguo e histórico de la ciudad, de obligada visita.

  A continuación os describo un itinerario personal que incluye los lugares más importantes y algunas curiosidades :

  Nuestro paseo comienza en la orilla derecha, en la Plaza de las Naciones desde donde podemos disfrutar de unas vistas sorprendentes de la ciudad, del lago y de los Alpes. 

   Aquí se encuentra el palacio del mismo nombre y que es la Sede Europea de las Naciones Unidas (O.N.U.), la cual está abierta al público con visitas guiadas. Consultar antes el horario en su página web: www.unog.ch, así como sus días de apertura y cierre anual.

  Frente al Palacio de la Naciones en la Avenida de la Paz está el Museo Internacional de la Cruz Roja con más de 100 años de historia.
     

Os llamará la atención el edificio curvo acristalado, es la sede de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI) en cuya planta superior hay una cafetería con unas vistas impresionantes.

    Desde aquí podemos tomar un autobús o tranvía hasta la Plaza Cornavin frente a la estación central. A un lado de esta plaza podemos ver la Basílica de Nôtre Dame, realizada para la comunidad católica de Ginebra, de estilo gótico e inspirada en la catedral de Amiens.

   Descendemos por la Rue de Mont-Blanc, peatonal y llena de vida; a mano izquierda pasaremos por delante de una Oficina de Turismo donde podremos coger información de todas las visitas que organizan, pues hay excursiones guiadas a pie por la ciudad, en barco por el lago, en autocar  para visitar los alrededores de Ginebra, etc.

    Al final de esta calle y a la izquierda, tomamos el Quai du Mont-Blanc donde se encuentra el monumento Brunswick hasta llegar al embarcadero de Pâquis, desde el que salen los cruceros por el lago y desde donde tendremos una vista "para foto" del "Surtidor de Agua".  

 A continuación cruzamos por el puente de Mont-Blanc, a nuestra derecha veremos la Isla Rousseau, situada entre este puente y el de Bergues; se llamaba Isla de las Barcas y fue un bastión de defensa del antiguo puerto.  

   Al final del puente nos encontramos en el Jardín Inglés, donde veremos:

•  – el  famoso Reloj Florido, símbolo de la industria relojera genovesa conocida en todo el mundo. Es una obra de arte tanto tecnológica como floral, pues las más de 6500 flores que lo componen le dotan de una variedad de colores inigual según la estación y el tipo de flores plantadas.
• – y el Monumento Nacional que commemora la unión de Ginebra a Suiza  en 1815.

   Caminando por la Promenade du Lac llegamos al puerto deportivo, cuyas embarcaciones nos hace sentirnos como si estuviéramos en un lugar marítimo. Como curiosidad ¿sabéis que Suiza ganó la Copa América de 2007? ¿cómo es posible que un país sin costa haya ganado el máximo trofeo náutico que se celebra exclusivamente en aguas marítimas? Pues en Suiza, además de los deportes de montaña, existe una gran afición náutica fluvial y posee importantes clubes donde se han formado regatistas de alto nivel.

   Continua Ginebra Parte II