El propósito de este festival es un homenaje a la Virgen del Rocío (Nuestra Señora del Rocío) y para esta fecha todo el mundo sobre todo de esta parte de España sale a celebrarlo.

Algunos conceptos a tomar en cuenta:

Las peregrinaciones de España se llaman romerías que se remontan a los típica paseos históricos que se hicieron desde Roma, y de ellos todos tienen una convergencia anual en la que se congregan más de un millón de peregrinos en el santuario de la Virgen del Rocío que dicho sea de paso es el más grande.

Festival de El Rocío

Fotografía por Santuario Torreciudad

El santuario se encuentra en las afueras de la localidad de Almonte y el Parque Nacional de Doñana en la provincia de Huelva, y el festival se lleva a cabo el día de Pentecostés, 50 días después de Pascua, a pesar de los viajes por los Rocieros en la capilla también este se ha considerado como parte del festival, el tiempo de viaje en general varía de acuerdo a los diferentes puntos de partida de toda España.

Los viajeros llegan con el traje tradicional a caballo, en carros, carretas decoradas con vivos colores o por sus propios medios a pie. Otros con menos sentido de ritual vienen en coches y autocares. Mucha gente aquí se encuentra con viejos amigos y acampan bajo las estrellas en el camino, en donde hay cena, baile y juerga en torno a los fuegos de su campamento en la noche. El Rocío es como un matrimonio feliz de hedonismo y de la santidad.

Fiestas del Rocío

Fotografía por Santuario Torreciudad

Salida de la virgen:

Una estatua de la Virgen María se venera en la pequeña aldea de El Rocío, en el borde de las marismas del río Guadalquivir desde el siglo 13, y a esto unos doscientos años más tarde, la estatua fue descubierta en el tronco de un árbol por un cazador desde el cercano pueblo de Villamanrique de la Condesa, es así que la Virgen del Rocío, fue adoptado como santo patrón de la vecina ciudad más grande de Almonte. Con el tiempo la creencia creció, y es así que mucha gente cuenta de que sus poderes le han permitió curar una variedad de enfermedades como la infertilidad y los trastornos mentales, y en 1758 el quincuagésimo día después de la Pascua (Pentecostés) se estableció como un día de la devoción a Ella y la peregrinación anual a El Rocío nació. Inicialmente, el homenaje se limitó a los habitantes locales, pero más y más gente se unió a la peregrinación, a pesar de que más y más gente vino de lejos, esto es desde Sevilla a toda Andalucía, Madrid y Barcelona para toda España incluyendo las Islas Canarias. El objetivo común es visitar la Ermita de El Rocío de Nuestra Señora (La Iglesia de Nuestra Señora).

Su homenaje es de celebración y fiesta sin descanso para la totalidad del viaje. Culminando los trámites de la fiesta, este comenzará el sábado, para ello muchos de los Rocieros llegan con carretas de bueyes de las iglesias de las hermandades que veneran a la Virgen del Rocío.

El Rocío y sus peregrinaciones

Fotografía por Santuario Torreciudad

Los carros llevan piezas de altar adornado de oro y plata llamado efigies en la “vivienda” de la Virgen. A su vez estas hermandades hacen su camino a la iglesia. El Simpecado de la Hermandad del Rocío viene para recibir la bendición de la Virgen, los miembros mayores de cada hermandad pasan a caballo por delante alentado por una multitud con vítores y aplausos.

El final de la fiesta comienza el domingo con una misa pontifical y por la noche las hermandades manifestan su devoción a la Virgen con una procesión con velas y los tambores. En las primeras horas de la mañana del lunes la Virgen pasa finalmente hacia la Ermita y desfila en una carroza por la ciudad en medio de una cacofonía de multitudes entusiastas, petardos que explotan, y el repique frenético de las campanas. En la tarde después de unas 12 horas de adoración de la Virgen regresa a su santuario y sus seguidores se dispersan cansados para empezar (para muchos) el largo viaje a casa.

Viva la Virgen del Rocío!